Cuantas veces nos hemos sentado en un restaurante, en un banco del parque, o en una cafetería mientras tomamos un café, hemos mirado a nuestro alrededor y hemos visto escenas que sin querer nos hemos parado a mirar, quizá a ese anciano con un cigarrillo en una mano y en la otra una taza de café, mirando a través de la ventana con la mente perdida en sus recuerdos, o ese matrimonio comiéndose un bocadillo y una cerveza, sin mirarse sin dirigirse la palabra, en esos momentos sin querer nos hemos imaginado una historia de como podría ser su vida.
Un anciano, solo, en donde su único refugio es ese bar donde seguramente pasara toda la mañana hasta que llegue la hora de irse a su casa pues ahí es el único sitio donde aun puede encontrar un poco de calor humano, donde no notara el frío de la soledad que le espera en su casa
Ese matrimonio donde todo lo que tenían que decirse ya se han dicho, donde lo único que les queda es esa amargura de tener que soportarse el uno al otro.
Pero también esta esa pareja que unen sus manos para declararse su amor, mirándose a los ojos sin necesidad de hablar para saberlo
Lo mismo pasa con una foto, detrás de cada foto hay una historia, que puede ser verdad o que quizá no, ¿que hemos pensado antes o después de tomarla ? ¿ porque no inventar esa historia?
Nuestro subconsciente crea historia rápidas y fugaces alrededor de una situación ¿por qué no soñar a través de una foto? ¿ en que nos hace soñar esa imagen?
Vamos a crear un sueño con cada imagen, vamos a inventar una historia, o sencillamente recordemos la nuestra, por que quizá en esa imagen estén nuestros recuerdos
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